En general, en el feminismo mexicano coexisten dos concepciones en torno a la política. Por un lado, la idea de que todo es político, es decir, todo se vincula al ejercicio del poder; por el otro, la conceptualización de la política como negociación y gestión. Ambas concepciones entran en conflicto. Al asociar política con poder, muchas activistas han desarrollado un cierto rechazo o desprecio por cualquier actividad que signifique gestión o negociación política. Al asumir esta idea totalizante de lo político (de ahí la reivindicación clásica del feminismo: ‘lo personal es político’), el movimiento ha relegado el desarrollo de la política como práctica y ha tenido problemas para insertarse en la dinámica política nacional.
Lamas, M. (2000). De la Identidad a la Ciudadanía. Cinta De Moebio. Revista De Epistemología De Ciencias Sociales, (7). Recuperado a partir de https://cintademoebio.uchile.cl/index.php/CDM/article/view/26392